miércoles, 27 de agosto de 2008

Cómo romper las reglas: Pensamiento divergente

Es un hecho conocido que para triunfar hay que romper las reglas. No se trata de hacer trampa, sino de reinventar y redefinir las reglas del juego creando nuevas posibilidades; como alguna vez dijo el jurista estadounidense Oliver Wendell Holmes, Jr.: "El hombre joven conoce las reglas, el hombre viejo conoce las excepciones".

No es fácil abandonar los paradigmas conocidos y adentrarse en la aventura de reinventar lo que ya se sabe hacer. Sin embargo, existen ocasiones donde el pensamiento lógico lineal que se usa normalmente para resolver problemas llega a un callejón sin salida y se hace difícil, o hasta imposible, encontrar una solución. Es entonces cuando se debe empezar a pensar fuera de la caja.

El pensamiento divergente, o Lateral Thinking, en inglés, es una forma de pensamiento que consiste en buscar nuevas formas alternativas de mirar y atacar un problema, en lugar de utilizar un proceso lógico ordinario siguiendo pasos específicos. No se trata de trabajar mejor, sino de pensar diferente.

El término fue acuñado por el psicólogo Edward de Bono en 1967 y fue utilizado por primera vez en su libro The Use of Lateral Thinking. El adjetivo "lateral" se usa para diferenciarlo del pensamiento lógico deductivo que se usa tradicionalmente, al cuál de Bono denominó "pensamiento vertical."

El pensamiento divergente tiene dos usos principales:
  • Generar nuevas ideas para resolver problemas cuya solución no es posible o no es evidente cuando se utiliza la lógica tradicional y paradigmas ya conocidos.
  • Innovar o crear procesos y productos mediante la generación de nuevas ideas estimulando la creatividad.
Algunas técnicas utilizadas son:
  • Entrada aleatoria. Se trata de elegir una palabra aleatoria del diccionario, o una idea aleatoria de cualquier otra fuente y tratar de asociarla al problema que se busca resolver.
  • Provocación. Consiste en declarar el procedimiento tradicional como descabellado y proponer formas alternativas y provocadoras de resolver la misma situación.
  • Desafío. Desafiar la manera en que las cosas siempre han sido. Con esto no se pretende cuestionar como incorrectas la manera en la que las cosas suceden sino lograr una percepción "fuera de la caja."
Un ejemplo del uso y aplicación del pensamiento lateral aplicado a la tecnología es el legado de Gunpei Yokoi, empleado de Nintendo creador del GameBoy. Gunpei Yokoi comenzó a trabajar en Nintendo en 1965, mucho antes de que se desarrollara la industria de los videojuegos. En esa época trabajaba como ingeniero de mantenimiento en la línea de ensamble de cartas de juego Hanafuda. Su ingenio y el éxito comercial de varios juguetes diseñados por él le abrieron las puertas en la compañía y muy pronto logró dirigir un equipo de investigación y desarrollo con decenas de diseñadores, ingenieros y programadores a su cargo.

Gunpei desarrolló una filosofía llamada "Lateral thinking of withered technology" (Pensamiento lateral para tecnologías establecidas.) Consiste en encontrar nuevas formas radicales de utilizar en el desarrollo de nuevos productos, tecnologías suficientemente maduras, abundantes y baratas. Es decir, dar prioridad a factores como diversión y novedad en los nuevos juguetes que al uso de las últimas tecnologías.

En la época del auge de las calculadoras electrónicas, el precio de las pantallas LCD y los semiconductores se redujo considerablemente. Gunpei utilizó el pensamiento divergente para aprovechar la oportunidad y encontrar una nueva aplicación de estas tecnologías en el desarrollo de las consolas Game & Watch y Gameboy. Esta filosofía también fue aprovechada en otros proyectos que no estaban a cargo de Gunpei Yokoi, como el NES y SNES.

Después de la muerte de Gunpei Yokoi en 1997, Nintendo ha adoptado y sigue utilizando su filosofía en sus nuevas consolas. La Wii es la consola más exitosa de la 7ma generación debido a sus novedosos controles basados en el movimiento y a pesar de su limitado poder computacional.


Referencias

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